martes, 9 de enero de 2007

LENGUA ANDALUZA: ¿Idioma, modalidad linguistica o dialecto?


Roberto Manzano

De las condiciones enumeradas por Luis Villoro, para que un grupo humano sea considerado nación, todas son cumplidas con creces por Andalucía, aunque desde aquellas comunidades españolas que han sido favorecidas por la situación de colonialismo interior que ha sufrido Andalucía, se quiera convencernos de lo contrario, en base a –según ellos- la carencia de una lengua autóctona en Andalucía. Como ha demostrado el Dr. Moulines, la lengua, aunque es importante, ni define por sí misma, ni excluye a un grupo humano del reconocimiento de nación. Pero en el caso andaluz, esta afirmación de los pueblos del Norte, de una carencia de lengua propia, es completamente infundada; su fundamento está, -y a riesgo de hacerme pesado, volveré a decirlo- en mantener la situación de colonia interior, en no atribuir a los andaluces un elemento en el que ellos mismos –los pueblos del norte- se basan para reconocer el estatus de nación: la lengua. Por ello, a las diferencias lingüísticas andaluzas se les llama “dialecto”: una forma de hablar el castellano o español de un modo “peculiar”, a consecuencia de la escasa formación de los andaluces, objeto de la burla y el desprecio de los castellano-parlantes.
Decía Blas Infante, que el “genio” andaluz, solo necesitaba un período de libertad para salir a la superficie. No podía ser más certero nuestro insigne maestro. Si consultamos en la enciclopedia virtual WIKIPEDIA, “modalidad lingüística andaluza”, nos encontramos lo siguiente:

La modalidad lingüística andaluza (también llamada dialecto andaluz o simplemente andaluz) es la variedad del español que se habla en Andalucía, en el sur de España.
Aunque sufre variaciones geográficas, los hablantes de esta modalidad poseen muchas características en común, lo que unido a su elevado número hace que sea una de las variedades más importantes del idioma.
El origen de la modalidad lingüística andaluza debemos buscarlo en la época andalusí, en la cual el latín vulgar hablado en Al-Andalus evolucionó hasta la lengua de alyamía, la hablada por los habitantes de Al-Andalus no relacionados con las élites dominantes (las cuales hablaban árabe o bereber). En la lengua de alyamía podemos ya encontrar bastantes de los rasgos hoy característicos de los andaluces. La posterior conquista castellana ocasionó que ambas hablas (la castellana y la andaluza) no divergieran sino que se encontraran, por lo cual hoy en día no suelen ser consideradas lenguas distintas. Al no provenir en su totalidad del castellano, algunos lingüistas opinan que no debe ser considerado diacrónicamente un dialecto de él; por eso el término que se considera más correcto para definir al andaluz (y el oficial según la Consejería de Educación y Ciencia de la Junta de Andalucía) es el de «modalidad lingüística andaluza», aunque no estén de acuerdo todos los eruditos en el tema.
Las características principales del andaluz son una pronunciación bastante diferente de la castellana y un repertorio de palabras autóctonas, que sumadas a las castellanas determinan una relativa riqueza léxica. Existen asimismo algunas variaciones sintácticas y morfológicas.
Dentro del andaluz distinguimos dos grandes zonas: la occidental y la oriental. La zona occidental comprende las provincias de Huelva, Sevilla, Cádiz y la parte occidental de las de Córdoba y Málaga y la zona sur de Badajoz. La zona oriental se extiende por las provincias de Jaén, Granada, Almería y la parte oriental de Córdoba y Málaga, adentrándose incluso en la provincia de Murcia, en donde se funde con el panocho.
Características principales
• Neutralización de los sonidos de "s" y "z" iniciales o intervocálicos, lo cual, según la zona, deriva en ceceo o seseo. El ceceo podemos encontrarlo en las partes más meridionales de Andalucía, incluyendo la provincia de Cádiz (excepto la capital), y sur de Sevilla, así como las franjas del sur de Huelva, Granada y Almería. El seseo es la solución adoptada por el norte de las provincias de Huelva, Málaga, Sevilla, Granada, Córdoba, Jaén y casi la totalidad de Almería. En las zonas seseantes, el sonido realizado para la "s" es ligeramente distinto al castellano: mientras que la "s" castellana es ápico-alveolar, la andaluza es predorso-dental (salvo en ciertas partes de Córdoba, donde es coronal plana).
• Transformación de "s" final de sílaba en una breve aspiración, que a menudo puede llegar a modificar la consonante siguiente; por ejemplo, lo que un castellano pronunciaría "los barcos", un andaluz diría como "loh varcoh", en donde la "b" ha sido transformada en labiodental por el efecto de la aspiración. Las "s" finales de oración o de grupo fónico no se pronuncian en la zona occidental, mientras que en la zona oriental originan una abertura extraordinaria de la vocal precedente (esto también puede ocurrir a final de palabra).
• Rechazo a la "d" intervocálica, lo cual se nota sobre todo en los participios, como "cantao", "bebío" o "partío".
• Rechazo de numerosas consonantes finales, como "comé" en lugar de "comer", "comerciá" en lugar de "comercial" o "comuniá" en lugar de "comunidad".
• Neutralización de "l" y "r" implosivas, como en "arcarde" (alcalde).
• Pronunciación aspirada de la "j" castellana en la zona occidental, sonando como "h" aspirada inglesa o alemana, sonido del que el castellano carece. Asimismo, la "f-" inicial latina que en castellano ha dado "h-" muda, en la zona occidental a menudo se conserva aspirada.
• Realización palatal del sonido castellano de "ch", llegando a sonar como la "sh" inglesa o la "sch" alemana. Sólo ocurre en la zona occidental.
• Desaparición del "de" de posesión: "casa María" en lugar de "casa de María".
• Articulación de nombres propios: "la Marta", "el Pedro", etcétera.
• Ausencia de leísmos, laísmos y loísmos en la mayor parte del territorio andaluz, salvo en las capitales, en donde la fuerte presión de la modalidad castellana está introduciendo el leísmo de persona "le saludé", en lugar de "lo saludé".
• Un gran número de palabras que se usan exclusivamente en Andalucía ("arkausí", "arresío", "ehmoresío", "arkatufa", "arkansía", "hamá", etcétera), mayoritariamente de origen árabe andalusí.
• Sustitución de "vosotros" por "ustedes" sin cambiar la forma verbal: "¿Ustedes vais al cine?" (sólo se da en la zona occidental). En el imperativo plural se da un peculiar cambio: "ustedes callarse" donde el castellano dice "vosotros callad".
Curiosidades
Como último apunte, mencionar que se han elaborado varias gramáticas del «idioma andaluz» durante la historia, para preservar su diferencia e impedir su fusión con el castellano, pero ninguna llegó a aprobarse oficialmente. La última elaborada fue durante la II República española, y fue presentada a Cortes junto con el Estatuto de Autonomía para Andalucía, pero debido al estallido de la Guerra Civil Española, no llegó a aprobarse.
Bibliografía relacionada
• Frago García, Juan Antonio, Historia de las hablas andaluzas, Ed. Arco/Libros, 1993.
• Mondéjar, José, Dialectología andaluza. Estudios, Ed. Don Quijote, 1991.
• Onieva, Juan Luis, Ortografía vocabulario para andaluces, Ed. Playor, 1985.


Esta definición de Wikipedia, aunque da una excesiva importancia al latín en el proceso de formación del andaluz, -algunos prestigiosos especialistas en el tema como el profesor Federico Corrientes no están de acuerdo- nos presenta una idea del andaluz muy diferente de la que nos llega de las instituciones y organismos oficiales, debido a la ausencia de lastre ideológico del que están impregnadas las instituciones españolas y andaluzas. Como hemos visto, el concepto que de la lengua andaluza se tiene fuera de Andalucía, empieza
a cambiar cuando se trata el tema sin los prejuicios que sobre la historia y la cultura andaluza se tienen en España… y también en Andalucía (provocados por la educación asimilista).
En la definición de ‘modalidad lingüística andaluza’ que nos ofrece la enciclopedia Wikipedia, podemos ver una notable diferencia con la idea tradicional que desde España –Real Academia de la Lengua, instituciones educativas, medios informativos y culturales, etc.- nos ha llegado, haciéndonos participes a los andaluces de esa visión de la lengua andaluza como ‘dialecto’ o español ‘mal hablado’. A pesar de la dificultad que tiene la tarea de difundir la ‘realidad andaluza’ desde criterios de objetividad histórica, algo se ha conseguido, aunque todavía nos queda un largo camino por recorrer.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El andaluz se fusiona con el castellano para dar una lengua más evolucionada: con menor número de sonidos, nos entendemos perfectamente, aunque procedamos de lugares que distan 500km. Cosa que no ocurre en Cataluña ni Galicia, y ni mucho menos en el País Vasco. Esto es COMUNICACIÓN.