miércoles, 13 de diciembre de 2006

ANDALUCIA Y ALMERIA SIN MEMORIA HISTORICA


Rafael M.Martos
Director 'Diario de Almería'

En la madrugada del once de agosto de 1936 fue asesinado Blas Infante Pérez de Vargas en el kilómetro cuatro de la carretera de Sevilla-Carmona, aunque la sentencia condenatoria del tribunal sumarísimo no fue dictada hasta tres años después. Pero todos esos que hablan de la “recuperación de la memoria histórica” olvidan este terrible crimen en su reivindicación. No es que a Zapatero esto ni se le ocurra, es que a Chaves tampoco, pero tampoco a ninguno de los representantes del andalucismo, y mucho menos de la izquierda.Este olvido sólo puede interpretarse como una traición a Andalucía, a su historia, a su identidad, a su esencia.Pero no debe extrañarnos que hoy, cuando se cumplen 70 años del fusilamiento del teórico del andalucismo político (él mismo reconocía que no vino a inventar nada, que sólo había que sistematizarlo), no haya un solo acto institucional en su memoria, y eso que el actual Estatuto lo reconoce como “Padre de la patria andaluza”, y que el nuevo Estatuto habla de la “realidad nacional andaluza”, que es un término acuñado por él y otros en un manifiesto publicado en el Diario Córdoba de la época.En ese cúmulo de constantes infamias que sufre Andalucía por parte de los poderes que supuestamente deberían defenderla y construirla, hay que incluir el hecho del afán abanderado que les ha entrado a algunos ayuntamientos del PP de la provincia, colocando en cada rotonda la enseña roja y gualda, y en algún caso excepcional la bandera almeriense (por cierto, la de quienes destruyeron Almería, los genoveses). Habría que recordarles que fue Abu Asbag Iben Arqam, poeta y visir del rey Almutassim quien describió en el siglo XI la primera bandera de Europa:“Una verde bandera/que se ha hecho de la aurora blanca un cinturón,/despliega sobre ti un ala de delicia,/ que ella te asegure la felicidad/al concederte un espíritu triunfante”.Y eso fue escrito en Almería.

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