En estas fatídicas fechas, las ciudades de Almería y Granada fueron tomadas por los Católicos Reyes en los años 1489 y 1492, en base a las respectivas Capitulaciones, por las cuales los reyes Andalusíes entregaban sin resistencia las ciudades a los Católicos Reyes, reconociéndoles vasallaje, a cambio de conservar sus propiedades, lengua (Árabe), costumbres, tradiciones y religión.
Qué ingenuos fueron aquellos andalusíes, al pensar que estos bárbaros castellanos, católicos que habían teñido de sangre Europa durante más de mil doscientos años de luchas religiosas, en las que exterminaron a todo aquel que discrepara de sus dogmas, como es el caso de los cristianos unitarios en la península ibérica, respetarían los tratados firmados entre los estados de Castilla y Aragón por un lado y los reinos Andalusíes por otro.
Poco tiempo tardaron los Católicos Reyes en incumplir los acuerdos internacionales firmados con los reinos andalusíes. Se sucedieron multitud de pragmáticas, en las que progresivamente fueron prohibiendo a los moriscos andalusíes expresarse en su lengua árabe, usar sus vestimentas, prohibición de prácticas islámicas etc., hasta la obligatoriedad de conversión al cristianismo, creándose el Tribunal de la Santa Inquisición para castigo de todos aquellos que fueren sospechosos de prácticas islámicas, con penas que iban desde la muerte hasta el despojo de todas las propiedades, que normalmente pasaban a manos de la iglesia Católica ó a miembros de las instituciones públicas.
Las consecuencias de los incumplimientos de las capitulaciones (acuerdos entre Estados) y de las continuas humillaciones y vejaciones fue el levantamiento de la Alpujarra, que terminó con el triunfo de las tropas imperiales de Felipe II sobre el ejercito morisco de Aben Humeya.
Tras la derrota, miles de moriscos Granadinos y Almerienses son deportados hacia otras tierras andaluzas: Córdoba, Jaén, Sevilla, Badajoz, etc., Mármol de Carvajal , cronista de la tragedia y testigo directo, narra la terrorífica éjira de los andalusíes moriscos a través de las tierras peninsulares, en condiciones infrahumanas, como pueblo derrotado y humillado.
Podemos considerar la conquista de Al-Andalus por Castellanos, Aragoneses, Catalanes y mercenarios provenientes de Europa como el primer genocidio de la era moderna, más atroz si cabe que el genocidio nazi cometido sobre gitanos, judíos, comunistas, anarquistas, etc., pues el genocidio Católico-Castellano ha durado quinientos años. No se conformaron con la conquista, la apropiación indebida de tierras, el asesinato, la tortura, etc., sino que han intentado durante quinientos años (excepto algunos pequeños periodos de tiempo en los que ha existido un atisbo de libertad como en la II Republica) borrar la huella morisca y musulmana de nuestra tierra. Para ello han contado con un ejercito de historiadores, escritores, profesores, maestros, periodistas, etc. que durante generaciones nos han ocultado la historia de nuestro pueblo, haciéndonos pensar que los “moros” son otros, que no tienen nada que ver con nosotros, que los expulsamos y que todos nosotros somos descendientes de nobles castellanos que repoblamos esta tierra después de la expulsión de los moriscos.
Pero los Católicos Reyes no contaban con algo desconocido por entonces: ideas como democracia, libertad, derechos humanos, educación, cultura, etc.,. Solo han hecho falta 25 años de democracia para que este pueblo recupere su memoria y desenmascare las mentiras que le han contado durante quinientos años: Invasión de ejércitos árabes que impusieron el Islam por la fuerza de las armas, Reconquista que hizo la unidad política y religiosa de España, expulsión de los moriscos y repoblación con castellanos, aragoneses y gallegos, etc. Ya somos muchos los andaluces que empezamos a conocer nuestra historia, la que poco a poco vamos descubriendo, pues la dificultad es mucha, ya que quinientos años de quema de libros, destrucción de documentos, falsificación de la historia, etc. dan para mucho. Sabemos la historia que no es, la que nos han contado nuestros conquistadores, pero la que es irá surgiendo día a día fruto de la investigación y el esfuerzo de muchos andaluces, habidos por conocer su pasado.
A pesar de los quinientos años de genocidio físico y cultural, y gracias a investigadores de la talla de Ignacio Olagüe, Ortiz, Domínguez, Américo Castro, cronistas como Mármol Carvajal, Pérez de Hita, escritores, filósofos, y hombres de ciencia de Al-Andalus, podemos recomponer nuestra historia para poder afirmar con razones y pruebas que no hubo invasión árabe en Andalucía, que el Islam representó para los andaluces un movimiento revolucionario al que se sumaron voluntariamente, que no hubo reconquista, pues Andalucía nunca formó una unidad política con Castilla, que los moriscos no se fueron, que quedaron muchos en nuestra tierra, que no hubo repoblación de Castellanos ni de Gallegos, etc.
Que aquellos moriscos a los que asesinaron, les arrebataron sus tierras, les prohibieron el Islam y les obligaron a convertirse al catolicismo SON NUESTROS ANTEPASADOS. Y los descendientes de nuestros conquistadores y los andaluces renegados que acogieron con furor el “nacionalismo español” quieren seguir recordándonos el genocidio y para ello celebran el día 26 de Diciembre en Almería y el día 2 de Enero en Granada la toma de la ciudad por los Católicos Reyes.
Celebran la Conquista, el exterminio de un pueblo, la intolerancia hacia otras formas de vida, hacia otros credos, hacia otros pueblos.
Y para ello desfilan los mismos de siempre, politicastros, curas y militares, los sectores más reaccionarios e inmovilistas de nuestras ciudades. Celebran la victoria del Catolicismo sobre el Islam (Victoria militar) y de Castilla sobre Andalucía.
A la tolerancia musulmana-andalusí antepusieron el odio a los diferentes.
A la convivencia en Al-Andalus, la guerra de cruzadas.
A la pluralidad andalusí, la unicidad católica.
El 26 de diciembre en Almería y el día 2 de Enero en Granada, los herederos de aquellos “intolerantes”, aquellos que rompieron la convivencia pacífica para imponer la unicidad cultural y religiosa, son los mismos que hoy celebran el día del Pendón y la Toma.
Hace pocos días, celebrábamos el 25 aniversario del nacimiento de la Constitución española. Una constitución que supuso la superación de la dictadura franquista y un marco de convivencia y respeto. Con la celebración de los actos del día 26 de diciembre y 2 de Enero, se intenta romper el marco de convivencia aceptado por la mayoría de ciudadanos del Estado español, que decidieron una forma de convivencia basada en un estado “laico y plural, que acepta las diferencias culturales e históricas de las nacionalidades y regiones que lo componen”. Una de esas nacionalidades: la Andaluza, se ve agraviada año tras año por la Iglesia Católica, el Ejercito español y los políticos herederos del más rancio “nacional-catolicismo” que sufrimos durante cuarenta años, y que conjuntamente al igual que hace quinientos años celebran el genocidio morisco, el genocidio andaluz.
Nuestras autoridades, tanto locales como estatales, deberían de impedir estos actos, defendiendo un estado laico y un ejercito que anteponga los intereses de todos los ciudadanos a los de un grupo político ó religioso.
miércoles, 27 de diciembre de 2006
PENDÓN Y TOMA: ¿QUÉ CELEBRAMOS? Almería 26 de Diciembre, Granada 2 de Enero
Publicado por IDENTIDAD ANDALUZA en 17:57:00
Etiquetas: Actualidad
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Amigo, entre los antepasados pones a unos de apellido Yeste que dices fueron moriscos, no lo dudo, pero los judíos también eran andaluces y se apedillaban Yeste. Es mi caso.Y fueron expulsados y masacrados
Publicar un comentario