martes, 2 de enero de 2007

2 DE ENERO: Lo perdimos todo


Al-Mansur Castillo Morón

Fuente: andalucia24horas.com

El el otoño de 1.991, un colectivo representativo de andaluces (nacionalistas, agnósticos, judíos, musulmanes y colectivos andalucistas, de L.A. y de N.A.), nos propusimos realizar un acto alternativo al oficial. Ese acto se celebró en Granada junto a la ermita de San Sebastián, donde teóricamente Boabdil entregó las Llaves de Granada y de Andalucía a los conquistadores). Tuvo repercusión en medios de comuicación, prensa, radio, tv; pero el Manifiesto que se redactó sólo lo publicó Diario Córdoba.
Hoy sigue teniendo vigencia, queremos compartirlo con más andaluces.

Manifiesto de 2 de enero de 1992

Fuimos muchos los que descubrimos nuestra identidad andaluza en la emigración forzosa a Madrid, Barcelona, Alemania y un largo, etcétera. Otros andaluces también exiliados en el Norte de África, Oriente, América y otros estados europeos conocieron la hiel del desarraigo y la nostalgia. Todos mantuvimos nuestra Memoria indeleble de andaluces, y en esta fecha de 1.992 es preciso una reflexión común.

Desde Andalucía, repartidos por medio mundo, expulsados por el hambre o el exclusivismo intransigente, no fue hasta mucho tiempo después, cuando hemos descubierto que los andaluces fuimos sometidos desde 1,492 a un experimento de exterminio cultural, colonización y eliminación premeditada. El nuevo estado que en esos años se construía la ensayó con nosotros lo que también iba a aplicar, paso a paso, secuencia a secuencia, en las tierras y pueblos de América: Las culturas, tradiciones, costumbres y creencias que conformaron la entidad de esos pueblos fueron destruidas y aniquiladas, como ya hicieron con nosotros, los andaluces.

En 1.492 y con la conquista de Granada se impone un nuevo modelo de desarrollo de nuestra tierra andaluza desmantelando una economía que aún no siendo un paradigma de justicia, fue suficiéntemente próspera y equitativa y sobre todo, respondía a las necesidades de la población. Se estigmatiza y humilla a nuestras gentes; se nos persigue, convirtiéndonos así en los nuevos malditos, (hablamos de eso que tan eufemísticamente los historiadores y pseudohistoriadores al uso han denominado “Repoblación”). Los mismos historiadores que han alimentado una de las manipulaciones históricas más infames que se conoce: " La invasión de tos árabes" y posterior "Reconquista".

Mucho tiempo ha transcurrido ya, y sin embargo el mayor dolor nos es el recuerdo de lo acaecido. El tiempo ejerce aquí su función balsámica. La mayor tristeza no esta en reconocer esta ignominia; la historia se sucede y sus mecanismos son a veces tan implacables como inapelables cuando ya han actuado; el estupor y la vehemencia surgen en nosotros al comprobar que los estados y sus gobiernos, pretenden celebrar en este año dé 1.992 grandes festejos en conmemoración de aquellas lejanas y tristísimas fechas.

Que enorme habilidad han demostrado los poderes utilizando el engaño, acudiendo a la estafa histórica, manipulando, as conciencias, ocultando la realidad, aplastando la imaginación creadora… ellos saben que el conocimiento ayuda a comprender y así dedican enormes sumas a esconder la realidad. Tras los fuegos de artificios se disfrazan. Y sin embargo nuestra larga experiencia como pueblo nos indica que tarde o temprano, estos pueblos aprenden y vuelven a preguntar; descubriendo tras el disfraz la historia real. Insensatos !.

¿Qué vais a celebrar ?. ¿Porqué pasáis por alto con el cretinismo propio de los necios las realidades que configuran nuestra identidad soberana?.¿Acaso ignoráis las certezas de injusticias y crueldad que se sucedieron y aun hoy se suceden, y que han de avergonzar a todo el género humano?. ¿Conmemorarían los sevillanos el hundimiento de la Giralda?. Que un pueblo, culto como el nuestro, participen en actos que celebran la ruina, y su propia decadencia, la pérdida de su identidad y libertades, solo tienen un motivo: Han matado nuestra Memoria colectiva

Reconociendo que los andaluces somos muy dados a celebrar con fastos y alharacas cualquier acontecimiento, no dudéis que ello también lo hemos heredado de los que nos precedieron, sin embargo, nunca pudimos imaginar que los gobiernos; y los poderes que se llaman públicos, ( trabajo cuesta creerse esta acepción atreviéndose a tamaño despropósito). ¿Considerarán acaso que nuestro pueblo ha perdido irremediablemente su sentido de la dignidad, o más bien pretenderán con todo el fasto parafernalia y pompa invertida, que ya nadie formule pregunta alguna sobre su identidad y futuro?. Que razón tenía nuestro antepasado Ibn Al-Jatib, el sabio historiador de Loja, cuando comentaba que los poderosos suelen promocionar espectáculos cuanto mayores mejor, para hacer desaparecer la memoria, el conocimiento histórico.

Ahora nuestra tierra, Andalucía es conocida como " región subdesarrollada". Tampoco la naturaleza escapa a esta labor destructiva, siendo esquilada día tras día, (más nos valdría ser ciegos para no ver como esa verde alfombra de bienvenida que era, entre otras la Vega de nuestra ciudad y madre, está desapareciendo palmo a palmo, cubierta de alquitrán y cemento).

Nos resistimos a creer que nuestras gentes solo respondan ya, a esa extraña combinación de producción y consumo, que sus espíritus hayan abandonado toda referencia de vida, belleza, tolerancia; toda creación de convivencia, todo esfuerzo de verdadera justicia . ...

Al igual que en nuestra hermana ciudad de Almería han conmemorado el Día de la "Toma", también en nuestra querida y luminosa ciudad de Granada se celebra año tras año el "Día del Pendón", donde políticos, funcionarios, curas y militares ante la falta de apoyo popular, insisten en celebrar tan luctuoso acto.

En Sevilla hay ya preparada una isla a la que llaman del "Tesoro" ( La Cartuja ), donde mercaderes, Gobiernos y poderosas organizaciones pretenden celebrar en un tan falto de belleza como grandioso decorado," Los quinientos años del descubrimiento de América". El largo tiempo de memoria de que disponemos nos impele a decir que todos esos actos no son mas que una muestra de lujo y derroche triunfalista, del más vanal de los exhibicionismos. Se trata de un inmenso mercado en el que nos venderán la ilusión de la riqueza, adentrándonos en el oscuro universo de la falta de escrúpulos de la más absoluta y abyecta insensibilidad.

La tradición del Islam nos dice que cuando alguien dispone de conocimientos tiene la obligación de trasmitirlos pues bien, no olvidéis hermanos que en esos pueblos americanos, de los que ahora van a celebrar su colonización, hoy en día cada nuevo pobre que viene al mundo - y allí lo son la inmensa mayoría - , debe, ya al nacer, más de el valor de una hacienda, eso que llaman "La deuda externa” . ¿También ello ha de celebrarse?. Ya sabemos que lo que sucede en lejanía se olvida pronto, que es como si no existiera ... Sin embargo, el que miles, quizás millones de andalusíes o andaluces sigan estando exilado en tierras lejanas no significa que no existan que sean extranjeros o forasteros.

Que nuestra historia se pierda en el tiempo no significa que no sea también la de ellos. ¿Vamos a celebrar en 1,992 también el regreso de estos hermanos de origen andaluz y morisco?, ¿Vamos a conmemorar su recuperación?, i No!, van a conmemorar su expulsión, nuestro exilio histórico.

Las imágenes de convivencia y pluralidad que ocupan la parte más noble de nuestra Memoria como andaluces se nublan ante las noticias que a diario recibimos: cada vez existen más obstáculos, mas impedimentos para que Andalucía vuelva a ser tierra de acogida; ahora todos, salvo los poderosos, somos extranjeros. El color de la piel las creencias y los nombres se convierten en impedimentos para vivir en nuestra tierra. ( Que pronto se olvida lo que fuimos, Al-Andalus que anacronismos de la sinrazón, celebrar la caída de un muro, elevando a un techo más alto otro).

Resulta desolador que. un pueblo que convirtió la noción de equilibrio en unos de sus ejes de convivencia pueda perder su sentido común. Hemos de reconocer la razón que asistía al poeta granadino de religión judía íbn Ézra, cuando insistía que deberíamos tratar con calma lo que con calma se ha de observar. Es probable que lo que denominamos “pérdida del sentido común”, no sea más que la ”pérdida del sentido del ridículo ", y no precisamente por nuestro Pueblo, sino por sus gobernantes tan dados ellos - y los de todas las épocas -, a tapar y esconder miserias, con enormes decorados de cartón piedra.

Quizás, perteneciendo nosotros a un mundo de cultura inmemorial, estemos impedidos para intervenir en el destino de este momento, que también es nuestro.

¿Acaso los andaluces hemos abandonado todo proyecto soberano, justo y abierto?. En nuestra tierra no podemos consagrar toda la vida al recuerdo, es importante hacer memoria; recuperar la memoria dicen que significa tomar conciencia. ¡ Hermanos andaluces !, seamos audaces y justos,no os preocupe si dudáis, pues la duda siempre es fecunda; si hemos de recuperar nuestra Identidad, comencemos, pues, a crear ese Proyecto múltiple y abierto que se nos negó.

Lo perdimos todo, salvo la esperanza. Lo perdimos todo, salvo el anhelo de proyectar en nuestros sueños lo que la realidad nos impidió. Lo perdimos todo, menos una cosa, el Sello de Ia Grandeza.

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