jueves, 31 de mayo de 2007

EL FLAMENCO POR DERECHO, EL FLAMENCO HONDO


J.M.L.

inSurGente

La primera vez que ví a El Cabrero en directo fue en el verano del 82 y acababa de terminar una condema por blasfemo. Fue en el parque de un pueblo costero llamado Barbate. La gente lo escuchó con mucho respeto y con mucho silencio cómplice. Este pastor de cabras, autodidacta y rebelde marca con fuerza la presencia del flamenco con compromiso, del flamenco que no podrá pagar el señorito y sus acólitos. Como muestra este Fandango: "El mar presume de hondura/ y el tiempo de su saber/ el mar presume de hondura/ el viento, de su poder /la tierra de su estatura/ y el hombre, no sé de qué/ Mi patria es la Libertad/ el Universo mi dios/ mi patria es la Libertad/ mi bandera, la razón/ mi camino, la verdad/ así es como pienso yo/ Dejan lana en los alambres/ los borregos cuando pasan/ dejan lana en los alambres/ y los hombres cuando cazan/ dejan huellas imborrables/ en los de su misma raza/ Que es cosa de poca hondura/ dicen del Cante de Huelva/ y está el mundo equivocao/ que a la hora de la siembra/ la hondura la da el arao/ Estoy mirando y no veo/ al pastor de la manada/ sólo diviso los perros/ que las conducen calladas/ camino del mataero".

José Domínguez El Cabrero (Aznalcóllar, Sevilla 1944) es una de las personalidades más significativas que ha dado el flamenco en los últimos 25 años. Sólo dos cantaores han sido definidos como "fenómenos sociales", debido a su impacto en los públicos más diversos: El Cabrero es uno de ellos. Su genialidad, talante, personalidad, postura vital y su compromiso con el cante sin aditivos y con los grandes temas que preocupan a la humanidad, hacen de él una figura única e irrepetible del cante jondo.

Basa su repertorio en los palos más duros del flamenco, como la soleá, la seguiriya, las tonás y su cante se caracteriza por su sobriedad, fuerza, autenticidad y por una apabullante personalidad que le permite recrear los estilos legados por la tradición imprimiéndoles su apasionado temperamento.

El Cabrero inicia su andadura en 1972, con La Cuadra de Sevilla, en gira por España, Francia, Italia y Suiza. El éxito obtenido lo conduce a realizar, poco después, una serie de recitales en Suiza y Francia, pero, esta vez en solitario, el debut sería en el Théâtre de l'Atelier de Ginebra, en marzo de1973.

En 1975 graba su primer disco. En 1980, ya con una enorme popularidad en su haber, gana dos Premios Nacionales en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba -por Soleá y por Malagueña- y su figura se hace habitual, año tras año, en todos los grandes festivales de Andalucía.

En los años 90 participa en grandes festivales de World Music y de Jazz compartiendo cartel con artistas como Chick Corea o Gilberto Gil. Peter Gabriel lo incorpora a su gira USA/93, y realiza giras anuales en los principales teatros de Francia y Bélgica, interviniendo en programas estrella de televisión francesa y suiza como Nulle Part Ailleurs, Etoile Palace o Rebus.

Pastor de cabras desde la infancia, El Cabrero sigue ejerciendo ese oficio, que se niega a abandonar, pese a ser, desde 1980, la figura del Cante Jondo más solicitada por los organizadores de festivales y uno de los artitas flamencos de mayor proyección internacional.

Ha grabado 17 discos de Flamenco y uno de Tango rioplatense, "Sin remache", que ha sido toda una revelación

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