LA INEXISTENTE AMENAZA ISLÁMICA

Por: Kristoffer Larsson
Fuente: Counterpunch
Traducción de Nasreddin Peyró para 'Observatorio de la Islamofobia'

A los medios de comunicación algunas cosas les interesan y otras no. Tras la caída de la URSS, los Estados Unidos de América han buscado otra amenaza para poder señalar como el Mal absoluto, una amenaza mundial que los norteamericanos necesitaban desesperadamente. Los ataques del 11-S les dieron un enemigo. Y cuando la Casa Blanca habla, los medios de comunicación escuchan obedientemente.
A lo largo de los últimos años la “amenaza islámica” se ha convertido en uno de los temas favoritos de los medios de comunicación. Está siempre en las noticias.
Si los Estados Unidos son el país occidental que más ha sucumbido al miedo al “islamismo”, las cosas no son mucho mejores en Europa. Sus medios de comunicación están altamente americanizados, y por lo tanto deseosos de repetir las posiciones del gobierno USA hacia el mundo no occidental. El “terrorismo islámico” es también por lo tanto un tema cercano a los corazones de los periodistas europeos.
Dado todo esto, uno imaginaría que los periodistas deberían estar fuera de sí de alegría con la publicación por la Oficina de la Policía Europea (Europol) del primer informe sobre terrorismo en la Unión Europea. Pero les aseguro que no lo están. De hecho, y hasta donde yo sé, ni un sólo periódico o canal de noticias sueco ha prestado atención a este informe de la Europol. Tampoco he advertido mucha más atención en otros países de la Unión Europea (mi reconocimiento a Euobserver por tener la decencia de informar sobre él). Y es que el informe supone una grave decepción para todos aquellos que participan en la campaña antiislámica.
Ha habido 498 incidentes en once estados de la Unión Europea en el último año que se hayan clasificado como ataques terroristas. El grupo vasco ETA ha sido el responsable de la mayor parte (136 ataques terroristas) y es el causante del único ataque mortífero, asesinando a dos personas en Madrid. Los 497 restantes afortunadamente no han costado vidas humanas.
¿Y qué hay entonces sobre los “terroristas islámicos”? Teniendo en cuenta las permanentes alarmas en nuestros periódicos, los datos de la Europol resultan, cuando menos, sorprendentes. La verdad es que a los “islamistas” sólo se les atribuye uno de los 498 ataques terroristas en la Unión Europea en 2006. ¿No me creen? El informe completo es accesible en el sitio web de la Europol. Si los “islamistas” hubieran estado detrás de un mayor número de ataques, pongamos 136, esto hubiera sido portada de todos los grandes diarios. Pero un ataque es demasiado poco —no sirve para intentar mantener lo de la “amenaza islámica”.
El informe de la Europol dedica varias páginas al “terrorismo islámico”, a pesar de este escaso número. Exceptuando el único ataque en Alemania del que se ha acusado a este grupo —que, dicho sea de pasó, falló y no produjo víctimas—, también Dinamarca y Gran Bretaña han dicho que los “islamistas” planeaban llevar un ataque en cada uno de estos países, respectivamente. Sin embargo, y dado que estos supuestos planes en ambos casos fueron publicados antes de que se llevaran a cabo, no están incluidos entre los 498 del informe. De cualquier manera, incluso añadiendo esos presuntos planes a la lista, el informe demuestra la auténtica magnitud del “terrorismo islámico” en Europa —no es, que digamos, una gran amenaza.
Si observamos ahora el número de personas detenidas bajo sospecha de actividades terroristas, las cifras son más bien desproporcionadas: alrededor de la mitad de los detenidos han sido musulmanes. Dicho entonces sin rodeos: Los musulmanes son un grupo que causa muy pocos actos identificables como terrorismo en Europa, mientras que al mismo tiempo son los que sufren más detenciones por sospechas de ello. Las constantes noticias en los medios de comunicación sobre musulmanes detenidos crea la falsa imagen de una amenaza seria, para mayor beneficio de la visión imperial del mundo que Washington quiere que adoptemos. Mientras tanto los norteamericanos y sus cómplices están llevando a cabo un genocidio en Iraq. Desde luego, algo debería cambiar en los medios de comunicación.