Por: Antonio L. Calderón/Yasser- Revandalus
El 11 de agosto del aciago año de 1.936 fusilaron en el kilómetro 4 de la carretera de Sevilla a Carmona a Blas Infante Pérez, andaluz de pro y uno de los máximos forjadores del idearium y de la lucha andalusí. Nombrarlo y recordarlo es deber obligado para todos aquellos andaluces de conciencia que vivimos y luchamos por la dignidad y soberanía de Andalucía.
Desde muchos frentes, culturales, sociales, politicos y como podria ser de otra forma, desde las instituciones, se intenta tergiversar, aveces de forma intencionada, el pensamiento infantiano. Han convertido su obra en una especie de “cajón de sastre”, al que muchas personas, instituciones y organizaciones acuden para justificar pretendidos “andalucismos”. Es cierto que urge una ordenación de su obra, una relación detallada y cronológica de su trayectoria ideológica, siempre desde la perspectiva objetiva. Blas Infante fundamentaba la identidad nacional de Andalucía en aquella formación social autóctona que fue Al-Andalus. Para Blas Infante, Andalucía es una nacionalidad porque una común necesidad invita a todos sus hijos a luchar juntos por su redención. Los es también porque la naturaleza y la historia hicieron de ella una distinción en el territorio Ibérico. Lo es también porque, lo mismo en España como en el resto del extranjero, se nos señala como un territorio y un pueblo diferente.
Muestra de la milenaria pervivencia del Pueblo Andaluz y de su lucha nacional por la soberanía y la conquista del Poder Andaluz son el intento de sublevación del Duque de Medina Sidonia y de Tair al-Horr (el Halcón) en 1.640. La sublevación del Pendón Verde en Sevilla en el año 1.622. Los monfies, los bandoleros, la Mano Negra, los movimientos jornaleros, la Junta Soberana de Andujar en 1.835, Pérez de Alamo, Fermín Salvochea, la Constitución de Antequera, los levantamientos cantonales, el Manifiesto Andalucista de 1.919 y tantas otras, hasta culminar en el propio Blas Infante y en el incipiente movimiento nacionalista actual.
La labor de Blas Infante fue titánica. Tuvo que realizar, prácticamente sólo, lo que en otros países, un conjunto de personas con conciencia nacional dejaron en herencia a las generaciones venideras. Trabajó sobre lingüística, música, historia, economía, sociología, etc. Era ingente la tarea que se propuso y no se lo permitieron, como nunca lo han permitido en este largo, casi interminable, paréntesis de 1.492-1992.
El llamaba a esta etapa robada de nuestra historia “era flamenca” de (felah-mengu: campesino expulsado de su tierra).
Se puede matar a un hombre, pero jamás se podrá matar una idea. El mismo Blas Infante, recogiendo un texto aljamiado, lo había dicho, “a mí sólo me esta ordenado producir la voz”, y la voz -su obra-, no es un simple instrumento de partidos o tan siquiera lo puede ser de un Gobierno. Es mucho más; una ética de convivencia y una esperanza de justicia para el Pueblo Andaluz. El mejor monumento a su memoria es la continuación de su obra a favor de la soberanía nacional y el Estado Libre de Andalucía.
La autonomía andaluza debe responder a las necesidades actuales del Pueblo Andaluz en el orden político, cultural, social y en el económico. Para los partidos centralistas, la autonomía andaluza es, en el mejor de los casos, una mera descentralización administrativa y plataforma, en sus luchas partidistas, por conseguir el Gobierno de Madrid. Para los andaluces de conciencia, la actual autonomía debe ser reflejo de nuestra identidad nacional, sobre todo, se debe configurar como herramienta válida capaz de hacer frente a nuestros principales problemas; subdesarrollo, paro y fundamentalmente, dependencia política y económica.
En una declaraciones que hizo al diario “El Sol”, en el año 1.932, Blas Infante dice: “Nosotros aspirábamos, aspiramos y seguiremos aspirando a la elaboración de un estado Libre en Andalucía... No tenemos por ahora otro nombre que los de República Andaluza o Estado Libre, para llegar a expresar aquella “Andalucía Soberana” que dice el artículo primero de la Constitución elaborada para Andalucía por la Asamblea de Antequera hace medio siglo”.
Sus últimas palabras antes de morir fueron: VIVA ANDALUCÍA LIBRE.
domingo, 5 de agosto de 2007
HOMENAJE A BLAS INFANTE
Publicado por IDENTIDAD ANDALUZA en 11:55:00
Etiquetas: Blas Infante
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