lunes, 24 de septiembre de 2007

CONTRA LA DEPORTACION DE LOS INMIGRANTES DEL CAMPAMENTO CLANDESTINO DE CEUTA


A finales de agosto, un grupo de 38 inmigrantes que llevaban atrapados en Ceuta desde hace uno y hasta dos años, escapó del CETI en el que vivía desde su llegada a la ciudad, por miedo a la deportación. Su historia había llegado hasta el barrio de Lavapiés hace meses, pero tras el viaje de un grupo de vecinos del barrio hasta Ceuta, pudo oírse con mucha más fuerza.

Puedes escuchar aqui el reportaje de mas voces y la cuña

A día de hoy, el grupo permanece en los montes ceutíes, pero su situación se hace cada vez más difícil. El Delegado de Gobierno de la ciudad ya ha declarado que "tarde o temprano serán deportados". Vecinos de Lavapiés de distintos orígenes se llevan juntando en las últimas semanas y lanzan ahora una campaña de recogida de firmas dirigida al Ministerio de Interior, para decir: "no en nuestro nombre".

Descarga el documento adjunto y súmate a ella. Dí tu también "no en mi nombre": contra el terror que generan las deportaciones, por el derecho a elegir el lugar de vida y trabajo, por el reparto global de la riqueza.

Envía las hojas de firmas escaneadas a:
ferrocarrildeapoyo@gmail.com

Firma la petición on-line

No en mi nombre

Ante la situación actual de las 38 personas huidas del CETI (Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes) desde el día 17 de agosto de 2007, después de llevar muchos de ellos más de dos años, pedimos la suspensión definitiva de la ejecución de la orden de expulsión dictada por la Delegación del gobierno de Ceuta y su traslado a la península por razones humanitarias.

Estas 38 personas observan cómo compañeros de otros lugares están siendo trasladados a la península. · La situación que atraviesan sus familias es muy grave. Sus lugares de origen viven situación social, política y económica crítica y de vulneración de los derechos humanos acentuada por las últimas inundaciones que han azotado al mundo asiático. · Consideramos que es una injusticia y que se atenta contra su dignidad mantenerlos más de dos años en una situación de “limbo” y aislamiento como conlleva la permanencia en un CETI: sin trabajo, sin saber qué va a pasar con sus vidas, con la incertidumbre de que cada madrugada llegue la repatriación.

Actualmente, las condiciones de supervivencia en el campamento clandestino son inhumanas: frío, hambre, nulas condiciones de higiene y sanitarias (hay algunos enfermos de diabetes, depresión, crisis de ansiedad…), rodeados de perros y jabalíes.

Lo que en definitiva nos lleva a calificar la situación de emergencia humanitaria.

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