"EL ISLAM ES ABSOLUTAMENTE COMPATIBLE CON LOS DERECHOS Y LA DEMOCRACIA"

Pie de foto: Mohamed Chaib y Gema Martín

Universidad Internacional Menendez Pelayo.

«El Islam es absolutamente compatible con los derechos y la democracia»

El diputado Mohamed Chaib, en las 'Conversaciones en La Magdalena'

Por: Aser Falagán

Fuente: www.eldiariomontanes.es

Mohamed Chaib, diputado en el Parlamento de Cataluña, apostó ayer por una sociedad «más intercultural que multicultural» y reivindicó que «el Islam es absolutamente compatible con los derechos humanos y la democracia». El diputado autonómico defendió también el derecho de los «mal llamados inmigrantes de segunda generación, porque en realidad son españoles nacidos en España» a decidir «cómo quieren que sean sus ciudades y barrios».

El parlamentario matizó, sin embargo, que la situación española no es comparable a la que existe en Francia, y que motivó el año pasado los disturbios del departamento de Sainne Denisse: «Allí procedían de inmigrantes de tercera o cuarta generación», de modo que en España no se podrá comprobar la situación hasta que «dentro de unos pocos años veamos si los jóvenes de la mal llamada segunda generación tienen las mismas oportunidades».

El diputado catalán dijo, en referencia al caso francés, que «no es normal que a estas alturas tres o cuatro millones de inmigrantes no tengan derecho al voto». Por último, apeló al apoyo a los imanes como interlocutores entre la comunidad inmigrante y la de acogida y como responsables transmitir y luchar por «los valores democráticos».

Chaib, que protagonizó ayer junto a la directora de la Casa Árabe, Gema Martín, una nueva jornada de las 'Conversaciones en La Magdalena' bajo el título 'Islam y musulmanes en la realidad española', señaló que «la clave del éxito» está en el sistema escolar, pasaporte para que los jóvenes musulmanes se sientan al mismo tiempo españoles y europeos, «porque no es contradictorio».

Gema Martín, por su parte, lamentó que «los medios de comunicación busquen la información en lo más conflictivo. Los actores más violentos adquieren una sobredimensión y parece que la realidad musulmana es conflictiva, radical y extremista», cuando en realidad «los radicales son minoritarios y no cuentan con el apoyo de la comunidad».

También defendió la construcción de mezquitas como ejemplo de «integración y transparencia», y denunció la paradoja que se produce cuando la sociedad muestra su rechazo: «Por un lado se pide a los musulmanes que dejen de ser visibles my por otro se reclama que estén controlados».