domingo, 2 de septiembre de 2007

MARRUECOS: ENTREVISTA A SAAD EDDINE EL OTHMANI


SECRETARIO GENERAL DEL PARTIDO POR LA JUSTICIA Y EL DESARROLLO (PJD)

"Un mínimo de justicia social es el motor del verdadero desarrollo económico"

¿Qué diferencia a su partido de los demás?

Como su propio nombre indica, la justicia y el desarrollo. Desde comienzos de los años 90 hay un esfuerzo consciente del régimen por avanzar hacia la democratización del país, cuando los verdaderos problemas de Marruecos son de orden económico y social. En mi partido consideramos que, en los albores del siglo XXI, la justicia y el desarrollo son todavía los principales problemas de nuestro Estado.

¿Y en qué consistirían ese desarrollo económico y esa justicia?

Un mínimo de justicia social es el motor de un verdadero desarrollo económico. La pobreza es la fuente de muchos problemas sociales, de la marginalidad y de la incapacidad de una gran parte de la población para acceder a la Sanidad, a la Educación y a muchos otros servicios esenciales. La mayor parte posible de la población debe disfrutar de los frutos del desarrollo.

¿Cuál es el papel del islam en el PJD?

El islam es un referente del Estado y, por tanto, de todo Marruecos, aunque es a nosotros a quienes se nos tacha de “islamistas”. Para nosotros no es un eslogan, sino un eje social. La democracia cristiana europea tiene también una visión de la sociedad basada en valores cristianos, el lugar del hombre, la cohesión social, el papel de la familia en la sociedad… Si se aplican bien estos valores, normalmente conducen al éxito en el terreno del desarrollo y de la justicia. No existe un único modo de desarrollo, al igual que no existe un único tipo de democracia ni de modernidad. Es necesaria la adaptación de los valores universales a una realidad social, a un país y a un pueblo.

¿Qué opina usted sobre la laicidad?

En el islam hay ya una cierta laicidad. Además, no existe una única versión de la laicidad. La relación entre la Iglesia y el Estado, la política y la religión, no es la misma en España, en Francia o en Estados Unidos, por poner algunos ejemplos. En Marruecos debemos buscar nuestra propia vía, una relación entre el poder y la religión a la marroquí, no a la francesa, a la española o la americana.

¿Es cierto que se inspiran en el islamismo turco?

No, es simplemente una experiencia muy interesante sobre la que meditar y que puede ayudarnos a forjar nuestro propio modelo.

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