sábado, 6 de octubre de 2007

PERSEGUIDOS POR DISCREPAR


"Garzón desmonta Batasuna" (un partido votado en su día por un cuarto de millón de electores). "La Policía detiene a 22 dirigentes de la vieja y de la nueva guardia". "El Gobierno confía en que la operación debilite al sector duro"... Estos son los titulares de hoy. En realidad los de cada día. Y esto durante 30 años.

Por:Jaime Richart Para Kaos en la Red

Pero ¿qué esto esto? Pero ¿cómo se atreven los políticos, los gobernantes, los fiscales, los jueces, los periodistas a llamar libre y democracia a este país? No se unen todos los que están en la cúpula social, contra el crimen más o menos políticos, más o menos organizados, que vaya usted a saber de dónde viene. Se unen contra la libertad de expresión, de conciencia y de autodeterminación. Todo lo orientan a desmantelar corrientes vivas de deseos y aspiraciones que no sólo abrigan los que viven en territorios allende Madrid, sino que son atizados constantemente por el odio que Madrid y lo que Madrid representa les dispensa día tras día, en parlamentos, en periódicos, en televisiones y en radios...

Todas las fuerzas centralistas, desde Madrid, están empeñadas en centrifugar a todo el país bajo los mismos moldes isabelinos. Dicen que cada Autonomía tiene su Estatuto y que por su Estatuto se gobierna. Mentira. Ya lo dije hace unos días. El Estado ni siquiera cumple sus obligaciones relacionadas con esos Estatutos y menos con el Vasco: 37 transferencias están incumplidas con el de Gernika. Lo recordaba también hace poco. Se dice pronto...

Madrid no centrifuga en realidad: centripeta, se empeña en atraer al centro, con la fuerza de las armas policiales, fiscales y judiciales, además de los "basta ya", a tantos centenares de miles de vascos, o millones, que no desean seguir uncidos al yugo de Madrid. Que no lo desean, entre otras cosas, porque los dueños del feudo nacional no quieren más que a vascos, catalanes, gallegos, aragoneses, andaluces, extremeños... que bajen la cerviz y se sometan a las arbitrariedades, abusos y desmanes de todo tipo de financieros, bancos, constructores, políticos y medios que le inciensan para el provecho de todos ellos. Los demás, los que protestan, los que se indignan, los que no soportan a esos españoles dominantes, prepotentes, altaneros, apabulladores que, escudados en una bandera, en una constitución y en una corona robadas al resto, son carne de su persecución. Ni violentos ni leches. Son perseguidos porque no quieren someterse. Como no se sometieron en la Historia tantos y tantos pueblos y gentes a los conquistadores, invasores, demonios de turno que los oprimían y masacraban impunemente.

Este país es un desastre. Se pasa la historia con el espíritu isabel-fernandino toda su vida. Reyes católicos, generales, dictadores, jueces, fiscales, políticos, periodistas... todos catolicísimos. De una catolicidad que espanta, pues se amparan en ella para imponer su personal yugo. Siguen vivos demasiados torquemadas en forma de todos esos personajillos que no saben más que parlotear y perseguir a los que no piensan como ellos sacando a relucir textos legales confeccionados a su medida e intereses...

España es una cueva de cabrones donde diez familias y dieciocho empresarios controlan las grandes empresas. El resto de los que no son amamantados por ellos, viven en vilo sin saber qué va a ser de ellos al día siguiente, ni qué significan las palabran libertad, comodidad, tranquilidad. Esa España y ese Madrid que representa la persecución, así se pudran.

ULTIMA HORA: Ya podrían los mismos perseguidores de la contralegalidad a su medida hacer una redada de la familia Franco para juntarla con la familia Pinochet cuya detención, por malversación y enriquecimiento injusto durante la vida del dictador y después de muerto, ha ordenado un juez chileno. Al menos en Chile sigue vivo el sentimiento de la dignidad. Aquí, ya vemos a los Franco al frente de esos 18 empresarios dominando el Ibex y riéndose de todos los demás connacionales. Que se unan a la podredumbre de esa España y de ese Madrid odiosos para tantos...

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